martes,
5 de noviembre de 2024

SPJ-USO ANDALUCÍA. CARTA AL SR. LORENZO DEL RÍO, PRESIDENTE DEL TSJ ANDALUCÍA.

SEÑOR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ANDALUCÍA: EL “SERIO PROBLEMA DE LA JUSTICIA” NO ESTÁ EN SUS FUNCIONARIOS/AS.

25 de Marzo de 2019.

Son muchos años de trabajo, y de buen hacer, los de las personas que conozco en las oficinas de los Juzgados. Y seguramente, a ninguna de ellas debe dejar indiferente las palabras pronunciadas por el Sr. Del Río, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el pasado 21 de marzo en un foro jurídico celebrado en Cádiz…

Manifestó el Sr. Del Río su queja por no disponer de “poder”, lamentándose de no tenerlo para poder actuar disciplinariamente sobre  los funcionarios y funcionarias judiciales, o negarles un permiso cuando hubieran consumido el cupo de los que (legalmente) disponen. Después, al contrario,  vino a poner el ejemplo en positivo de una juez, que ha de afrontar largas jornadas laborales por carecer el órgano judicial de suficientes funcionarios.

No es una novedad el que a los funcionarios/as de la Justicia se les saque de su anonimato en un sentido meramente peyorativo, no ya sólo por los cargos judiciales (el Sr. Del Río es uno de ellos), sino también por los responsables políticos o administrativos. Lo cierto es que algo positivo han debido venir haciendo aquéllos durante décadas, cuando su escasez determina que un órgano judicial determinado funcione tan rematadamente mal como indica el Presidente del TSJA en su intervención.

Basta el sentido común para adivinar que tras las palabras del Sr. Del Río pudiera haber, a lo sumo, algún ejemplo concreto que haya podido servir de liviano argumento en su imploración de más mando o “poder” sobre los funcionarios; como parece asimismo haberlo, también en el caso particular, para dedicar alabanzas a su compañera (de carrera judicial). Pero de ahí a la generalización hay un salto demasiado grande, que hace caer sus apreciaciones en el pozo de la injusticia…  y, probablemente, en el mero corporativismo.

Es de recordar que el Sr. Del Río ya ostenta “poder”,  y mucho, pues resulta ser la máxima autoridad judicial de Andalucía, y que, como miembro de la carrera judicial, asume todo el “poder jurisdiccional” que le atribuyen la Constitución y las leyes, incluida la jefatura funcional sobre el personal destinado en el Órgano judicial. Poder que, por su parte, y dentro de sus competencias genuinas, también posee, por virtud de aquellas mismas normas, la Administración (de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Justicia) que gestiona todo lo relativo a este mismo personal y que lo hace con la colaboración de otro/a funcionario/a inserto en la estructura de la Justicia: el Letrado/a de la Administración de Justicia.  Personal que, por lo demás, y es importante subrayarlo, está sujeto al control de estas dos instancias (Administración y Letrados A.J.), que visan y conceden sus permisos, controlan la realización de su jornada (con sistemas de fichaje incluidos) o el desarrollo de su trabajo diario.

Entonces, ¿dónde está el “serio problema” a que el Sr. Del Río alude (“en la Administración de Justicia no hay quien gestione ni quien mande”)? ¿Se refiere a que nadie controla o manda qué desempeño particular pudieran hacer de sus respectivas tareas diarias los jueces u otros altos funcionarios de la Administración de Justicia? ¿O simplemente se trata de un simple deseo de ostentar competencias propias de la Administración y del Gobierno?

En cualquier caso, y con independencia de recomendarle la relectura de “El Espíritu de las Leyes”, de Montesquieu, para mitigar su deseo con la receta del principio de la separación de poderes en el Estado, me gustaría hacer memoria aquí de algo que me enseñó mi padre; que no tiene “más poder” quien más deseo tiene de mandar, sino el que es “más justo”, conformándose con el que tiene”.

Jesús Mª Postigo Becerra.

Coordinador General de USO de Andalucía.

Secretario de Organización de SPJ-USO estatal.