En BOE de fecha 26 de marzo se publica Resolución de 22 de marzo de 2018, de la Secretaría de Estado de Función Pública, por la que se publica el II Acuerdo Gobierno-Sindicatos para la mejora del empleo público y las condiciones de trabajo.
De nuevo, la Administración y sus sindicatos afines, nos intentan vender otro «acuerdo histórico» (ver PDF). Acuerdo que muy bien se podría resumir en aquel dicho de «pan para hoy y hambre para mañana». No entendemos muy bien el interés de Gobierno y Sindicatos en hacernos creer que estamos asistiendo a uno de esos grandes eventos que hacen historia -aunque nos lo podemos imaginar- y que según ellos, va a suponer un antes y un después en el poder adquisitivo de los empleados públicos.
Particularmente, hemos asistido con cierto rubor a un bombardeo mediático sin precedentes, donde el objetivo fundamental era hacernos creer que nuestros míseros sueldos iban por fin, a dejar de serlo. Parafernalia mediática que contrasta con la realidad del acuerdo: una subida del 6,1% en los próximos tres años. Incremento que como mucho, va a servir para contrarrestar la subida del IPC de esos tres años y poco más. ¿Ese es el gran acuerdo al que han llegado?… y pasados estos tres años, que. ¿Vuelta a las andadas?.
Después está la segunda parte. Aquella que todos los medios de comunicación se han encargado de vocear: la subida alcanzará el 8,79%… –redondeada por las TVs a un 9%- pero eso sí, si se cumplen las previsiones de crecimiento económico y los objetivos de estabilidad presupuestaria. ¿¿??. Lo que traducido al lenguaje de la calle, muy probablemente signifique que: -va a ser que no-. Como se han encargado de publicitarlo los sindicatos firmantes, con esa ambigüedad calculada a la que nos tienen acostumbrados y que muy bien se puede resumir en la frase del Secretario General de uno de ellos, al calificar el acuerdo de «felizmente insuficiente».
Tan felizmente insuficiente como esa letra pequeña que hace referencia a los Fondos Adicionales. Letra pequeña que contempla la posibilidad de que la Administración, previa negociación con estos sindicatos, destine un porcentaje de la masa salarial -que oscilará entre un 0,2% y un 0,3%- para la mejora de la productividad y aportación al Plan de Pensiones. –recordemos que los actuales gestores de este Plan de Pensiones, a los que todos los Empleados Públicos estamos obligados a suscribir, queramos o no, son el BBVA y algunos sindicatos. Gestión que, como todos sabemos, no nos sale precisamente gratis.
Y como no podía ser de otra manera, esta felicidad insuficiente, es convenientemente maquillada para hacer más fácil su digestión, haciendo referencia a asuntos extremadamente sensibles para los Empleados Públicos, como puedan ser la jornada de 35 horas, la tasa de reposición, los procesos de estabilización en el empleo público, la conciliación o la percepción de retribuciones en el período previo a la I.T.. Eso sí, previa negociación colectiva.
Desde la USO, invitamos a todos los firmantes del acuerdo a que de una vez por todas, se tomen medidas series que impidan nuevas pérdidas salariales. Medidas que tienen que pasar forzosamente, por una reforma integral de nuestra estructura salarial. Apostando por un complemento específico de calidad y no dejando la nómina al albur de unas «productividades» de dudoso cobro. Además, claro está, de dotarla de mecanismos automáticos de revisión salarial.